Creo que cada uno de nosotros en un momento determinado de nuestra vida, ha sentido el impulso de plasmar algunos, digamos, versos, de sentirse poeta, que luego después de realizados, a la legua se nota que no son versos ni nada que se le parezca, pero bueno en el intento se queda.
Aprovechando como ya dije antes que la nostalgia me trituraba, escribí 62 pseudopoemas sobre la relación tripartita sobre Sevilla, la Universidad Laboral y el cariño de mi persona a los dos sitios, ustedes dirán si acerté, seguro que como poeta no.
|