43. ANÉCDOTAS EN EL AULA
En cursos ya avanzados, cuando estudiábamos Maestría, una de las actividades académicas del Centro era realizar visitas lectivas a industrias relacionadas con la especialidad que cursábamos, en nuestro caso la Química. Al frente del magnífico, inigualable y querido profesor D. Guillermo García Ramos, bajo su batuta y dirección recorrimos algunas industrias químicas de Sevilla, cuyas visitas él mismo eligió y preparó con el objeto de adquirir mayor conocimiento y experiencia en su funcionamiento y llevar a la práctica lo que estudiábamos en las clases.
De esa manera y cuando teníamos visita era un día de fiesta completo para nosotros, las clases quedaban suprimidas y vestidos de domingo subíamos al autobús que nos esperaba en la plaza para dirigirnos a la factoría a visitar, todos con una carpeta, folios y bolígrafo con el fin de tomar las máximas notas posibles, porque después de realizada deberíamos hacer un trabajo que por supuesto sería calificado por el profesor, de todas formas aunque aquello no lo podíamos tomar a cachondeo, íbamos felices y contentos por dejar un día la tediosa rutina .
Haciendo un pequeño esfuerzo recordatorio, la verdad no mucho ya que estoy seguro que podría enumerar una por una todas las visitas que realizamos, porque los buenos momentos nunca se olvidan, así por ejemplo podría recordar la primera que hicimos que fue a la Sociedad Española del Oxígeno, allí realizamos experiencias con el nitrógeno y el oxígeno en estado líquido, donde al introducir pequeñas ramas vegetales se sacaban totalmente quemadas.
Asimismo otra vez nos acercamos a el alto de El Carambolo en la carretera de Huelva a visitar las instalaciones de la Estación depuradora de aguas de Sevilla, el lugar donde trataba el agua para el consumo de toda la ciudad y que por cierto resultó bastante interesante e instructiva.
En otra ocasión nos dirigimos a la famosa fábrica de La Cartuja, lugar este donde años mas tarde se instalaría la Expo-92, donde adquirimos conocimientos sobre la cerámica que allí se fabricaba.
También tuvimos la suerte de visitar una fábrica de cementos y otra de vidrio, si no recuero mal en el Polígono Industrial de la carretera de Alcalá de Guadaira, así como un centro de experimentación químico-físico en el Cortijo de Cuarto.
Otra vez y sin que sentara precedente nos trasladaron a la ciudad de Huelva donde visitamos la Empresa Nacional de Celulosas y nos enseñaron la compleja fabricación de la pasta de papel.
En todas esas visitas que resultaban muy instructivas y que nosotros intentábamos hacerlas algo mas con preguntas alguna vez un poco ingenuas al técnico que nos mostraba la factoría, al final de la misma éramos obsequiados con algún pequeño regalo o nos agasajaban con un ágape que recibíamos con avidez
Por ejemplo de esto último recuerdo que en una visita realizada a la Central Lechera de Sevilla, al final y después de ver los distintos procesos de pasteurización y esterilización de la leche, nos hicieron pasar a un salón donde fuimos obsequiados con un soberbio desayuno que toda mi vida me acordaré a base de bollos y pasteles y toda la leche y batidos que quisimos beber.
En otra ocasión y quizá fue la mejor aunque los vapores del alcohol que allí nos traspasaron quizá no me dejen recordar con nitidez (me explico): Sucedió en una visita realizada a la Fábrica de Cervezas "Estrella del Sur" sita en la carretera de Madrid, allí aprendimos como se fabricaba tan preciado y rubio líquido y claro al final nos llevaron a un salón a todos, parece que lo estoy viendo, en una pequeña terraza y en mesas de cuatro, nos pusimos ciegos, por supuesto de cerveza, los camareros no se bastaban a traernos botellas de litro y acompañadas de patatas fritas y toda clase de aperitivos, el vapor del alcohol fue introduciéndose e invadiendo cada rincón a un virgen de bebida en nuestro cuerpo, consecuencias resultantes, el que mas y el que menos cogió media castaña, yo como era un ansia creo que la cogí entera, lo peor del caso es que luego tuvimos que volver en autobús urbano, a partir de ahí no recuerdo nada, solo vagamente que en el autobús viajábamos con unos cantos que se oían hasta en la Giralda, instructiva fue la visita, si señor.
Un recuerdo grato y emocionado desde estas líneas a D. Guillermo, todo un profesor, todo un padre para nosotros que se desveló completamente para que nuestra formación en las especialidad que cursábamos fuera lo mas completa posible.
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